Contra la crisis, besos y abrazos. Es la
solución que los más pequeños proponen a sus padres para hacer frente a
la actual realidad económica que afecta al país.
Se trata de un
remedio que, en apariencia, da sus frutos. Así lo reconoce Juan Seguí,
padre de dos hijos: "Un abrazo, unos besos y estar en familia sí que es
verdad que te hacen sentir más relajado, más tranquilo y más contento".
Y
es que la palabra "crisis" también afecta a los niños, que la escuchan a
diario casi el doble de veces que otros términos también de uso
frecuente, como "Messi" o "Ronaldo". "Esto significa que para ellos es
algo que está ocurriendo en el entorno y que es muy, muy importante",
aclara Francisco Rodríguez, director de la Unidad de Neuropsicología del
Instituto EOS.
Además, según un estudio reciente publicado por
la empresa Sofres, la mayoría de los menores perciben a sus padres más
preocupados, más cansados y menos optimistas. Para este problema también
tienen solución los niños: dormir más.